Radioafición es interés por las comunicaciones de toda índole utilizando las ondas hercianas. Aunque sus orígenes se remontan al menos a finales de 1800, la radioafición, como se practica hoy en día, no comenzó sino hasta el año 1900.

Son radioaficionados quienes gustan de experimentar por sí mismos las posibilidades de establecer relaciones y contactos con personas de todo el mundo con medios radioeléctricos al alcance de sus posibilidades.

Hay muchas maneras de comunicarse por radio. Desde la más sencilla y al alcance de todos, que es la radiotelefonía de corto y medio alcance en VHF (ondas métricas) hasta la seductora actividad de intercambio de imágenes con estaciones de otros continentes, pasando por la telegrafía Morse (absolutamente «viva» entre los radioaficionados) o los enlaces a través de satélites.

La operación de una estación de radio tiene dos vertientes posibles: la denominada Banda Ciudadana o CB (o «banda de 11 metros») actualmente de uso libre sin necesidad de licencia, o la licencia de Radioaficionado, que requiere superar un examen de aptitud.

La primera permite las comunicaciones a corta y media distancia en solamente un estrecho margen de frecuencias del extremo alto de la onda corta y con potencia limitada, mientras que la segunda posibilidad autoriza las comunicaciones en nueve márgenes de la onda corta y con potencias de hasta 800 W (para la licencia de clase superior), lo que garantiza, prácticamente, un alcance mundial.